miércoles, noviembre 07, 2007

JOSE ANGEL VALENTE (y la belleza)



CAMINABAS despacio.


Tu cuerpo fatigado aún arrastraba

la absoluta ruina

de ti.


Te acariciaba tenuemente el sol.

Tú ibas disolviéndote en su luz.


Quedaban todavía algunos pasos.

¿Hacia dónde?

Ni siquiera sabías

con certeza cuántos podrías dar.


(La certeza)

No hay comentarios: